Bioparque Los Ocarros: Un rincón biodiverso en la puerta al Llano

Ph: Mario Toro.

En una ciudad como Villavicencio, con su ecosistema de piedemonte, es necesario apostarle a la preservación de la biodiversidad, con proyectos y espacios dedicados a la recuperación, protección y tratamiento de fauna silvestre de las regiones de Orinoquía y Amazonía colombiana.

El Bioparque Los Ocarros está ubicado a 5 kilómetros de la capital de Villavicencio, en un área natural de aproximadamente cinco hectáreas sobre la vía que conduce hacia Restrepo, Meta. Durante sus años en operación han sido reconocidos por su empeño en la conservación de la biodiversidad de la región de los Llanos Orientales colombianos.

Este espacio, que con el pasar de los años se ha ido adaptando a las distintas dinámicas y situaciones como la pandemia o las constantes problemáticas por la vía que conecta Bogotá con Villavicencio, alberga una gran variedad de especies endémicas que incluye mamíferos, aves, reptiles y peces. En este los y las visitantes pueden disfrutar de distintas actividades que incluyen los animales allí exhibidos como pumas, jaguares, cajuches, dantas, dos osas andinas, venados, caimanes, serpientes de distintas variedades, además de caminar los senderos que hay en el espacio.

Durante dos horas de recorrido, sus visitantes podrán observar estas especies mientras pueden ver los diferentes letreros con la información puntual de algunos animales. El Bioparque Los Ocarros como una de sus apuestas también ofrece actividades y recorridos con enfoques educativos y pensando en la sensibilización sobre lo importante que es pensar en la conservación de fauna y flora nativas de Colombia en los que dan  a conocer por medio de sus guías y profesionales los programas de protección y recuperación de fauna silvestre que llega allí para ser tratada y en algunas ocasiones, dependiendo de la situación particular del animal, ser nuevamente liberada a su hábitat.

Bioparque Los Ocarros
Ph: Mario Toro

Distinto al imaginario general, Los Ocarros no podría estar más lejano de ser un zoológico. Los animales no son un producto a canjear o comercializar, si no su concepto está centrado en la rehabilitación, recuperación y conservación de especies que hacen parte del bioma de la Amazorinoquía.

El bioparque cuenta con un equipo de expertos que, junto a Cormacarena se han organizado y están dedicados al rescate y tratamiento de animales silvestres que han sido víctimas de tráfico ilegal, maltrato, enfermedades, accidentes u otros problemas o situaciones que pudiesen haber sufrido.

“No somos un zoológico, somos una clínica de animales, una segunda oportunidad de vida para algunos animales de la región. Todos los animales que ven acá nuestra misión y visión son preservarlos, protegerlos. Nosotros no los recibimos directamente, los trae Cormacarena y por medio del centro de atención y valoración. Desafortunadamente, pasa mucho que matan a las madres para conservar las crías y comercializarlas. Alguna gente de la región los encuentra y llama a Cormacarena y a partir de ahí los traen y hacemos la crianza artificial de estos neonatos. Muchos de ellos son los que ven acá en el parque» cuenta Fernando Herrera, quien es el coordinador técnico de Los Ocarros. Hay animales que llevan cuatro, siete, diez años allí.

Ellos reciben los debidos cuidados veterinarios, algunos de los cuales están enfocados en preparar estos individuos para la liberación en su hábitat natural, desde y cuando las y los expertos den luz verde y consideren que están en condiciones de sobrevivir por sí mismos en libertad.

Bioparque Los Ocarros
Foto: Mario Toro

Fernando Herrera es médico veterinario y zootecnista. Cuenta que el bioparque nace motivado por generar una solución, una ayuda a los animales de fauna silvestre afectados por el tráfico ilegal, atropellamiento, maltrato y accidentes en las carreteras. “Ya cumplimos nuestra mayoría de edad. Gratamente, hemos tenido especies significativas. En este momento tenemos dos hembras de ocarro, es el único lugar en el mundo en donde pueden verlo.

Hasta hace poco en otro bioparque ubicado en Brasil tenían una hembra de ocarro, pero desafortunadamente murió y desde entonces en el mundo Los Ocarros es el único sitio donde pueden ver a este animal”. La variedad en especies ha permitido que la curiosidad y el interés de la gente en general crezca y con esto la recurrencia de visitas. “Tenemos más de 120 especies, casi 500 animales. Un sinnúmero de fauna que mucha gente de la región incluso no conoce”.

El Bioparque Los Ocarros fue inaugurado en el año 2002. Es así como desde hace más de dos décadas este espacio tan importante para la región se ha convertido en un necesario y reconocido centro de protección de la biodiversidad llanera. De igual manera, es uno de los principales destinos turísticos de la ciudad, y durante años ha sido un lugar en el que se encuentran los amantes de la naturaleza y los animales.

El apoyar estos espacios hace parte de los procesos transversales de cultura, los cuales son importantes para la conservación de la fauna y flora de la región, la cual es constantemente amenazada por comercios ilegales, o problemas como la deforestación que tanto afecta la región entera.

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