Acueducto comunitario del barrio Galán, un ejemplo de trabajo comunitario y solidario en Villavicencio

Reconstruir la historia analizando los acontecimientos, es un paso necesario para interpretar el presente y proyectar el futuro.

A través de los tiempos y en muy distintas culturas, el trabajo mancomunado y solidario, ha facilitado la realización de muchas obras. Las mingas, los convites, las sociedades de ornato, las cooperativas, las asociaciones y en años más recientes la acción comunal, han contribuido a forjar mejores condiciones de vida para sus comunidades. Solo con el transcurrir del tiempo, varias de estas obras, adquieren su real dimensión e importancia. Este es el caso del barrio Galán.

Reconocimiento al ingeniero Julio E. Galán C., como fundador del Barrio, el 5 de mayo de 2019. Foto: Cortesía Acueducto Comunitario barrio Galán.

Una vez comprado el terreno a nombre del ingeniero Armando de la Torre, según escritura pública número 1080 de agosto 6 de 1959, el jefe de la zona de carreteras tuvo a bien facilitar en días festivos las máquinas de equipo pesado para limpiar el lote y hacer el trazado de las calles, para luego proceder al resto de las obras. Enseguida con los fondos que se tenían reunidos, se compró la tubería y accesorios necesarios para las redes de distribución del alcantarillado y acueducto. Luego se hicieron licitaciones para estos trabajos y se procedió a llevarlos a cabo, consiguiendo autorización de la jefatura del sector para conectar el alcantarillado que ella hacía, y el acueducto a la conducción que traía para sus necesidades. El agua se traía por mangueras desde el caño conocido en ese entonces como Vínculo, pero cuyo verdadero nombre es La Jugosa, ubicado en paralelo a la vía a Buenavista, en la vereda Contadero. El barrio Julio Enrique Galán Castellanos, José Antonio Galán o sencillamente Galán, nació de un proceso comunitario y solidario, gracias a una brillante idea que encontró tierra abonada y supo germinar. De allí, fueron partícipes los distintos estamentos que conformaban el grupo de empleados y trabajadores/as de la zona de carreteras nacionales del Meta y sin discriminación de profesión u oficio: el/la ingeniera, mecánica, médica, oficinista, operadora de maquinaria, celadora, enfermera, aseadora, secretaria u obrera. Existe un acta del 5 de mayo de 1959, donde se reseña lugar, hora y asistentes con el objeto de fundar el Fondo Provivienda de empleados, organización comunitaria a través de la cual se hizo realidad el sueño de tener casa propia.

Luego de tres años de esfuerzos, contribuciones mensuales y colaboración comunitaria, se pudo efectuar la entrega de lotes el 1 de mayo de 1962, teniendo las siguientes obras: A) Alcantarillado. Red total de distribución con sus conexiones domiciliarias y pozos de inspección, así como sumideros de aguas lluvias. B) Acueducto: Red total de distribución de acueducto, con sus conexiones domiciliarias y llaves de paso. C) Calles con sardineles. Posteriormente, el 19 de junio de 1966 se constituye la Junta de Acción Comunal, que reemplaza a la anterior organización; después se le reconoce la personería jurídica.

Cuando se construyó la variante del Mirador, se vio afectado de gran manera el acueducto, por lo que el Ministerio de Obras Públicas, responsable de la obra y también como usuario del servicio de acueducto para sus dependencias, ayudó con algunos ingenieros y con materiales, para construir una nueva bocatoma en el caño Parrado.

La razón principal por la cual las comunidades asumen la solución a sus necesidades básicas, como es el caso del acueducto, es la incapacidad del estado de resolverlas. Como el municipio no podía suministrar el servicio, la comunidad de manera organizada construyó el acueducto comunitario, aprovechando la riqueza hídrica del municipio y el espíritu solidario y emprendedor de las y los habitantes del barrio Galán.

Por el año de 1980 tuve la oportunidad de radicarme en esta comunidad y unos años más tarde ingresé en calidad de secretario a la Junta de Acción comunal (JAC) del barrio, luego me desempeñé como presidente; siendo actor y testigo de un proceso de continuo mejoramiento del acueducto.

Los trabajos que se adelantan en época de verano, consisten en la limpieza de los filtros y en el reforzamiento de los muros que sostienen el tanque de captación. Sin embargo, todo el año y por lo accidentado del terreno se hace mantenimiento, especialmente en los dos cables por donde viene la tubería que conduce el agua hasta la comunidad de los barrios Galán, Rondinela e Islas.

Planta de tratamiento de agua potable. Foto: Cortesía Acueducto comunitario barrio Galán.

Es de destacar que por los años ochenta y comienzos de los noventa la Junta de Acción Comunal, en calidad de administradora del acueducto, realizaba los trabajos a través de jornales que ejecutaban los y las mismas habitantes, algunos de ellos fundadores/as. Quienes no lo podían hacer, pagaban el valor de los jornales con el servicio. Algunos de los diferentes trabajos adelantados fueron: Cambio de las mangueras por tubería de PVC, cambio de tubería en la red interna del barrio y en el tramo de las plantas de gas hasta el barrio Galán, que estaba en tubería de asbesto cemento.

De esas jornadas de presencia de la comunidad, en las labores de mejoramiento, se tuvo que cambiar al sistema de contratación, por lo especializado de muchos de esos trabajos y adecuándose a los requerimientos de las diferentes entidades que tienen vigilancia y control sobre los acueductos. Uno de ellos la planta de tratamiento, que se construyó. En este continuo proceso de mejoramiento del acueducto del barrio Galán, tenemos una tarea pendiente: construir el desarenador.

No me queda más que expresar mi gratitud y reconocimiento a las y los fundadores, directivos de las organizaciones comunitarias y en general a la comunidad, por los aportes con el acueducto comunitario.

Escrito por: Miguel Ángel Guevara, fiscal de la Junta de Acción Comunal del barrio Galán

Si quieres conocer más historias de los acueductos comunitarios en Villavicencio, échale un vistazo a la revista realizada por ACER con apoyo de Censat Agua Viva Amigos de la Tierra Colombia y Terre Des Hommes, y bajo la edición de El Cuarto Mosquetero. Puedes descargarla aquí: Lucha y resistencia por la gestión comunitaria del agua en el Meta

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