*Por: Óscar Alfonso Pabón Monroy
El próximo martes 24 de noviembre se cumplirá el cuarto aniversario de la firma del Acuerdo final de Paz entre el gobierno colombiano en cabeza de Juan Manuel Santos Calderón y los máximos líderes de las FARC-EP.
Cantares y protesta social:
En los años sesenta y setenta a la par del inicio y desarrollo de la guerra entre los gobiernos nacionales de turno y el emergente grupo autodenominado Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia –FARC-, que a la postre superaría medio siglo con miles de víctimas, surgieron algunas voces artísticas que con osadía mostraron compromiso social aportando pensamiento crítico.
En orden cronológico a continuación cito tres composiciones musicales con explícitos mensajes sobre el tema de la violencia.
Ayer me echaron del pueblo: Obra en ritmo de bambuco del Maestro José A. Morales con la cual en 1962 ganó la primera edición del Festival de la Canción Colombiana de Villavicencio, cumplida en el mes de diciembre.
Resulta ser una historia rural de destierro por un agente oficial. Fue considerada como la primera canción protesta nacional. Su letra dice:
“Ayer me echaron del pueblo por que me negué a jirmar,
la sentencia que el alcalde a yo me hubo de implantar,
por que tuve con mi mano al patrón que castigar,
cuando quiso a mi jamilia, quiso a mi jamilia llegármela a irrespetar.
Porque uno es pobre y carece,
je jincas como el patrón,
tan creyendo que por eso,
también nos jalta el honor.
Entonces hay que enseñarles,
que en cuestiones del amor,
tuiticos semos iguales,
y tenemos corazón.
Ayer me echaron del pueblo,…”
Dos décadas después del triunfo en el festival villavicense, según Wikipedia, la canción en género de drama con el mismo título e historia fue llevada al cine.
El barcino: Alegre sanjuanero compuesto en 1969 por el médico huilense Jorge Villamil Cordovés. Acerca de este folclórico canto en la revista Arcadia/Semana, edición del mes de enero de 2014, Omar Durango escribió el artículo El barcino, Jorge Villamil, del cual extracto los siguientes apartes:
“…Fue hacia 1968, en un escenario que no había variado mucho desde los años cincuenta, que Villamil compuso “El barcino”. La canción, que también se conoce como “El torito bravo”, narra la historia de un novillo cuyas travesías guardan relación con los eventos políticos de La Violencia y los desatados durante el Frente Nacional.
“Cuando los tiempos de la violencia / Se los llevaron los guerrilleros / Con Tirofijo cruzó senderos / Llegando al Pato y al Guayabero”, dice su letra en evidente alusión al líder guerrillero.
Villamil fue tildado de colaborador de la guerrilla y en 1976, siendo médico y colono de tierras selváticas, fue detenido y acusado de auxiliar a las Farc.
En la misma estrofa, “El barcino” evoca el ataque de las Fuerzas Armadas a las autodefensas campesinas comunistas que enfrentaron la brutalidad oficial durante el periodo de La Violencia. El Partido Conservador en cabeza de Álvaro Gómez Hurtado venía denunciando desde 1961 la existencia de “repúblicas independientes” que escapaban al control del Estado: se trataba, ante todo, de Marquetalia, Riochiquito, El Pato, Guayabero y Sumapaz. “El barcino” recuerda un mito no sólo para las Farc, sino también para millones de campesinos”.
Hay que decir que por encima de las censuras y señalamientos que el Maestro Jorge Villamil recibió, su canción de 1969 en ferias y fiestas por igual los actores directos e indirectos del conflicto armado nacional también la han escuchado, cantado y gozado.
Mula revolucionaria: En los años setenta los juveniles movimientos culturales de protesta en Colombia proyectaron a noveles exponentes de la literatura y la canción, quienes con sus creaciones animaron procesos sociales y mucho se dieron a conocer entre sus contemporáneos.
Una de esas figuras del movimiento Nadaista es el cantautor santandereano Pablus Gallinazo, quien con sus letras y guitarra a la juventud rebelde de la época la puso a pensar y a cantar.
Para el caso de este escrito Pablus Gallinazo, su nombre artístico, contribuye con la sencilla canción Mula revolucionaria miles de veces entonada en marchas y en alicoradas tertulias. Por el contenido de esta y otras letras se desconoce si el artista afrontó algún cuestionamiento oficial bajo el cargo de hacer apología a la subversión.
La siguiente es la letra de la composición referida:
Baja una mula del monte viene montando Ramón,
Mula revolucionaria baja a la revolución,
Mula revolucionaria baja a la revolución.
Cuando hay luna luna llena ellos caminan,
y se duermen con el sol que es comunista
y se duermen con el sol nacionalista.
Baja una mula del monte viene montando Ramón,
Mula revolucionaria baja a la revolución.
Las rosas que van cortando son amarillas,
dejan siempre rosas rojas, rosas flor de la guerrilla.
Baja una mula del monte viene montando Ramón,
Mula revolucionaria baja a la revolución.
Si bajan los guerrilleros maten el buey,
que ellos aran caminando y entonces el buey pa’ qué.
Baja una mula del monte viene montando Ramón,
Mula revolucionaria baja a la revolución.
De seguro que de tal época hay más canciones colombianas en cuyas letras sus autores criticaron internas situaciones sociopolíticas. Los tres títulos que originan este texto se consiguen en Google.
Cierro este artículo con los siguientes comentarios:
- a)Llama la atención que los tiempos correspondientes a las tres obras musicales están comprendidos dentro del período político nacional conocido como Frente Nacional y que salvo lo que le sucedió al Maestro Jorge Villamil ni él, ni los otros dos compositores tuvieron que pedir asilo político en país alguno.
Parece que en esos años había un poco de más tolerancia y respeto por pensar diferente, nada parecido a las décadas siguientes hasta hoy.
- b)Al verso de la canción de los años setenta Mula revolucionaria que dice “Las rosas que van cortando son amarillas, dejan solo rosas rojas, rosas flor de la guerrilla” le encuentro coincidencia con el emblema que en 2017 el partido Farc escogió como logosímbolo, me refiero a la rosa roja.
- c)A pesar de los años transcurridos, las canciones El barcino y Ayer me echaron del pueblo –en ritmos folclóricos– aún hoy se escuchan, caso contrario ocurre con la Mula revolucionaria obra que quedó refundida dentro de la memoria musical.
*Por: Óscar Alfonso Pabón Monroy/ Comunicador Social comunitario
*Opinión y responsabilidad del autor de la columna, más no de El Cuarto Mosquetero, medio de comunicación alternativo y popular que se propone servir a las comunidades y movimientos sociales en el Meta y Colombia.