Retos y desafíos para las mujeres en la industria de la floricultura en Colombia

Floricultura, mujeres

El 14 de febrero no solo es conocido como el Día de San Valentín, sino también es el Día Internacional de las Trabajadoras de las Flores en Colombia. Esta fecha cobra especial importancia en un país que sostiene el título de segundo mayor exportador de flores a nivel mundial, después de Holanda, según Ceniflores, en el cual existen 10.000 hectáreas distribuidas principalmente en el departamento de Cundinamarca, con un 71% del total, seguido por Antioquia con 27% y el restante 2% se localiza en departamentos del sur occidente del país. Detrás de estas cifras se encuentra el arduo trabajo de las mujeres en la floricultura colombiana.

Según datos de Asolcolflores, la asociación gremial que agrupa a los y las productoras floricultores del país, de los aproximadamente 110 empleos formales directos generados, se estima que un 60% son ocupados por mujeres.

Lo más destacado es que el 49% de estas mujeres son cabezas de familia, asumiendo roles fundamentales en el sustento y desarrollo de sus hogares. Estos números demuestran no solo la relevancia de las mujeres en la industria de las flores en Colombia, sino también su impacto directo en la sociedad.

A pesar de tener renombre a nivel internacional, la cruda realidad detrás de esta actividad económica, desprende las malas condiciones laborales que enfrentan las trabajadoras de flores en Colombia.

Según una investigación de la universidad Javeriana, Salud, trabajo y capital: el caso de las mujeres trabajadoras de la agroindustria de flores de Colombia, las largas jornadas de trabajo, salarios mal remunerados, falta de dotación, exposición a químicos y plaguicidas y sobre carga laboral, son apenas algunas de las condiciones que padecen las mujeres en este sector.

Fotografía: Camilo Rey

Estas situaciones han tenido repercusión en el país, poniendo en evidencia las injustas condiciones laborales que atentan contra los derechos de las mujeres en la floricultura colombiana, tanto así que, en diciembre de 2023, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, habló de su preocupación sobre las condiciones laborales de las mujeres en esta industria, manifestando que incluso la sobrecarga laboral es tan grande que no tienen tiempo de ir al baño.

En la misma investigación de la Universidad Javeriana se agrega que,“en los cultivos también existe la regla (exigida o autoimpuesta) de no gastar tiempo en restablecer las condiciones corporales. Como los baños, además de ser pocos, quedan apartados, cuando tienen el período menstrual, las mujeres prefieren no “perder” tiempo y, sin salir del cultivo y a escondidas, cambiarse la toalla higiénica con el riesgo de contaminar su cuerpo por el contacto directo con residuos tóxicos. Igualmente, asumen dicho riesgo cuando se las arreglan para tomar agua o alimentarse a escondidas.”

Aunque el 14 de febrero simboliza un reconocimiento a la labor de estas mujeres, también sirve como recordatorio de la urgente necesidad de mejorar las condiciones laborales en la industria de la floricultura y como un símbolo de apoyo a la dignificación de los derechos de las mujeres en entornos laborales.

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