En el corazón de La Macarena, donde la densa vegetación y los ríos cristalinos son testigos mudos de décadas de lucha y resiliencia, se erige la figura imponente de Azeneth Castro, representante legal de la Asociación de Mujeres Gestoras de Paz de la Sierra de la Macarena – ASOMACARENA, docente de vocación, lideresa comunitaria y política que se ha convertido en el faro que ha iluminado el camino de mujeres en esta región del sur del Meta.
Azeneth llegó a este municipio hace 15 años y consciente de la falta de oportunidades, decidió tomar las riendas desde su vocación como docente. “Mi labor siempre ha sido la enseñanza y pues sabía que había la necesidad grande en la Macarena, entonces llegué con ese propósito”, explicó haciendo referencia a que, entre el 2012 y el 2016, a través de un proceso formativo logró alfabetizar al menos a 450 personas de diferentes veredas.
La alfabetización fue el primer paso hacia un cambio más profundo, desafiando así las sombras del analfabetismo. Sin embargo, su compromiso no se detuvo en las aulas improvisadas ni en los libros abiertos.
Durante su recorrido por el municipio, Azeneth fue testigo de la falta de infraestructura básica: calles deterioradas, escasez de servicios públicos, casas cayéndose, aulas deficientes y la ausencia de espacios comunitarios. Un reflejo no solo del atraso material, sino también una brecha social profunda que privaba a los y las habitantes de oportunidades para un desarrollo integral. Asimismo, conoció el estigma de ser líder o lideresa en la comunidad.
Además del daño infraestructural, lo que Azeneth descubrió en su travesía trascendió situaciones que requerían ser trabajadas: se topó con planes para la explotación petrolera en la región. “Para el 2013, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales – ANLA había otorgado unas licencias de explotación de petróleo y era como tan normal, pero como no ha habido la explotación pues no sabían realmente cuáles son las consecuencias, qué afectaciones trae eso, solo pensaban en el “progreso” del municipio”, explicó la mujer.
Para Azeneth, esta nueva realidad fue apenas el empuje para comenzar en el ámbito político. “Todo me va involucrando con el tema político, entonces, viene mi trabajo como docente, digamos remunerado, pero también viene el trabajo social y el trabajo político porque pues hay que estar cerca de donde se toman las decisiones, tratar de estar ahí ayudando a hacer la gestión. Entonces ese como que ha sido como en lo que me fui convirtiendo sin saber”, puntualizó.
El descubrimiento de estos planes despertó en la lideresa una nueva misión: defender no solo los derechos sociales y educativos, sino también los derechos de la naturaleza. “Comenzamos a encontrarnos con líderes de otras partes del país y comienzo a aprender y conocer lo que se está viviendo aquí nada más en el departamento del Meta, por las regiones de Granada, de Acacias, de Castilla la Nueva, todas esas afectaciones ambientales y todos esos problemas de agua”, explicó Azeneth.
Fue así como Azeneth Castro se convirtió en una lideresa de su territorio, articulando argumentos en pro de la naturaleza y la preservación de los recursos naturales de su municipio. “Comenzamos a analizar y ver la naturaleza viva, la fauna, la flora, y que tenemos el agua que la podemos tomar directamente del caño porque es pura, y pues aparte de eso tenemos a Caño Cristales que realmente es la bendición y esa bandera que nos ayudó a sostenernos en ese momento”, afirmó la lideresa.
Entre el 2015 y 2017 cuando ya había una empresa con licencia que estaba iniciando su proceso de explotación, Azeneth junto a sus colegas líderes/as iniciaron una serie de movilizaciones para frenarla y, además, se pusieron en la tarea de convocar al Ministerio de Ambiente y la Procuraduría para detener este proyecto que amenazaba la biodiversidad única de la región y el bienestar de sus habitantes. Lo que trajo amenazas.
Según cuenta la lideresa, la situación se agravó cuando sus cabezas empezaron a tener valor. “Hubo un comentario en algún momento que fue en el año 2017 o 2018: “en la Macarena vamos a sacar el petróleo como sea y por cada líder hay 19 millones”. me acuerdo que decían en ese entonces”.
El impacto de sus esfuerzos no pasó desapercibido. Los llamados se comenzaron a escuchar y se consideraron las preocupaciones planteadas por Azeneth y su comunidad. “Se tuvo apoyo desde Bélgica y una fundación también nos estuvo apoyando con traernos profesionales conocedores del tema de otras partes del país, con experiencia en todas las consecuencias que ha dejado la explotación y exploración de petróleo”, añadió la lideresa.
Sin embargo, en 2018 la tala de árboles se sumó a la lucha de los y las defensores de la vida, esta vez ad portas de los comicios. “No entendemos por qué se da la tala indiscriminada que no la hace el campesino que vive en el municipio de La Macarena. Para tumbar y sembrar una hectárea de montaña tiene que tener millón y medio en efectivo para hacer todo, entonces nos enteramos que lo hicieron personas provenientes de otro lado”, puntualizó.
Pese a las acciones ilegales y la necesidad de solución, los y las lideresas acordaron que la solución sería elegir al -en ese entonces candidato- Gustavo Petro como presidente. Fue así como empezaron las campañas políticas y las pedagogías comunitarias, pero también las amenazas y asesinatos contra ellos y ellas durante su ejercicio democrático. “Viene lo mismo, muerte a algunos líderes y amenazas; algunos tuvieron que irse del país”, expresó Azeneth, señalando que la lucha continuó con el respaldo de la firma del Acuerdo de Paz realizado en 2016.
“Ya entonces llega otro gobierno totalmente en contra de los acuerdos de paz, sabíamos que la arremetida que venía iba a ser fuerte en contra de quienes estábamos, en este caso en contra de las petroleras”, manifestó la lideresa mientras explicaba que ese fue el detonante para que las mujeres del municipio se organizaran e iniciaran su trabajo colectivo.
El impacto de su labor se refleja en los cambios tangibles que han ocurrido en la comunidad
El origen de ASOMACARENA se remonta a un momento de crisis y despertar colectivo en La Macarena, donde pese a las dificultades de movilización, distancias entre recorridos y ausencia de una economía estable se conformó un grupo de 20 mujeres, con el fin de hacer un intercambio intergeneracional.
Para el año 2021, tras aunar esfuerzos y ahorrar por mucho tiempo, las mujeres lograron tramitar la personería jurídica puesto que era muy costoso y tocaba pagar la elaboración de los estatutos, lo de la cámara de comercio: lo de los estatutos lo hicimos entre unas tres del equipo quienes comenzamos a construirlo”.
En ese mismo año se presentaron por primera vez como ASOMACARENA, fue entonces cuando se toparon con la convocatoria de una red comunitaria que les permitiría conexiones sin acceso a internet.
El encuentro con esta convocatoria marcó un hito en el viaje de Azeneth Castro, permitiendo la mujer continuara de la mano con su vocación de enseñanza a través de capacitaciones en la comunidad. “Con esta red comunitaria surge la necesidad de que las personas se capaciten en temas de redes y comunicaciones, entonces se decide hacer un semillerito de niños y jóvenes para enseñarles el manejo de todo esto”, expresó la lideresa.
Gracias a esto y otros procesos de formación, nace Macarena News, un medio de comunicación alternativo que le apuesta a la comunicación desde y para el territorio.
Ser lideresa en un territorio marcado históricamente por el conflicto armado, la estigmatización y el machismo heredado, es un ejercicio retador que implica valentía y resistencia, es por eso que Azeneth Castro se ha convertido en una modelo a seguir para muchas, desafiando las normas establecidas y abriendo nuevos caminos para las mujeres en La Macarena. Su dedicación incansable y su visión de un futuro más equitativo y justo han encendido una llama que continúa ardiendo en el corazón de esta comunidad.