En Colombia se ha establecido una rara costumbre en la política, que el mandatario de turno quiera dejar un sucesor de su propia línea, incluso una especie de remedo de él o de ella misma, como un secuaz irrestricto en obediencia. Las casas políticas tradicionales se han construido desde esta base, el personalismo o caudillismo se ha alimentado desde este germen y será, en el algún momento, la muerte de la política conocida. Felipe Harman, no se queda atrás de esta ecuación.
Mario Romero es otro candidato innegable del actual mandatario, es otro de sus cartas para sucederlo. Por un lado, tiene a Irina Salas y como una alguien que últimamente ha crecido aparece su antiguo secretario de Planeación. Romero conoce muy bien lo que deja Harman y sus intereses, por eso en su campaña no hay menciones contra el alcalde, no se le han visto comentarios o publicaciones en sus redes contra algún programa y/o problemática actual, su campaña en redes se ha mantenido alejada de esta clase de señalamientos.
Otro que lo acompaña en esta carrera electoral, es Ricardo Jaramillo, dueño de Multisalud y Ambulancias de Llano, quien en varios momentos relevantes la campaña ha estado presente y el mismo Mario Romero, en diferentes entrevistas, muestra hacia él su cercanía y afecto. Es importante recordar que Jaramillo intentó disputarse la alcaldía en el 2019 y terminó uniéndose a la campaña de la actual administración.
Sus redes dan cuenta del apalancamiento de su paso en la actual administración para hacer su campaña, como visitar barrios legalizados y en los que al parecer él tuvo influencia. Incluso, visitando puntos críticos de la ciudad, como las viviendas alrededor del caño Maizaro, familias que en diversas oportunidades y distintos gobiernos han solicitado intervención, también ante esta alcaldía de la cual hizo parte desde la secretaría de Planeación.
Sus redes reflejan lo mismo que ya ha sido abordado en las otras cuentas de los candidatos y candidatas, cenefatones, recorridos en barrios, discursos en público y videos familiares y, una vez más, se queda corto en llevar las ideas a las comunicaciones digitales. Los copies son altisonantes y hacen contraste con las fotos dando la mano y abrazos, pero el grueso de las propuestas no llega a las comunicaciones digitales.
A pesar que al inicio no sonaba mucho en redes ni en la prensa de la ciudad, desde hace una semana se le ha visto más en confianza, quizás lo haya logrado tras los primeros debates. Sin embargo, sus comunicaciones digitales siguen quedándose cortas, están muy lejos del alcance de ese grupo de favoritos, pero se ve que se aleja de los que están entre los que menos posibilidades tienen, es como si él estuviera en el medio y con posibilidades de crecer. En un intento por llegar denunció a Juan Camilo Chávez de plagio, hizo bastante ruido de esto en la plaza pública, en la prensa y en sus rede sociales. Quizás eso le generó algún redito, pero se evidencia una forma de restarle al favorito y jalonar para él adeptos.
A pesar que se le ve más en confianza y ya no mira a los punteros desde lejos, la prensa sigue mostrando preferencia por Irina Salas, esto último tendría que ver con cómo Felipe Harman ha entregado la pauta en los últimos años, en donde los medios digitales han tenido la mayor recepción y casi todos están cubriendo a Irina, la que, al parecer, y por ahora, tiene el guiño del alcalde.
Los temas que más ha tocado Romero son los relacionados con vivienda, seguridad y movilidad. Incluso, a la hora de hablar de economía, empleo y formalidad empresarial, se ha aventurado a decir que montar empresa en la ciudad cada día es más difícil, cuando Felipe Harman y la Cámara de Comercio de Villavicencio en cuatro años no avanzaron en la Ventanilla Única para simplificar estos trámites.
Romero se ha mantenido alejado del debate de acusaciones por el acueducto, aunque sí ha manifestado que con agua se construye ciudad. Esto muestra que por más cercanía que se tenga a la administración es un tema inevitable, de alguna manera es reconocer que la inmensa mayoría de las y los habitantes tienen urgentes y válidos reclamos en torno al servicio de agua y que él, desde la cartera de Planeación no solo tiene respuestas, sino también responsabilidad en las decisiones que se tomaron en los últimos cuatro años entorno al acueducto.
En los primeros días de octubre se conocerán las primeras alianzas y se sabrá si la gestión de Romero y su equipo de campaña ha sido suficiente para seguir hasta el final o terminar negociando con alguno de los favoritos.