Recientemente inició la entrega de suministros alimenticios del Programa de Alimentación Escolar (PAE). Las reacciones frente a esto, han resultado divididas entre algunos docentes que dudan de las precauciones tomadas a la hora de entregar los alimentos, y los beneficiarios que en medio de esta crisis sanitaria y económica, no contaban con recursos para subsistir durante la cuarentena.
El PAE, consiste en el suministro organizado de un complemento nutricional con alimentos inocuos, a los niños, niñas y adolescentes matriculados en el sistema educativo público, y el desarrollo de un conjunto de acciones alimentarias, nutricionales, de salud y de formación, que contribuyen a mejorar el desempeño de los escolares y apoyar su vinculación y permanencia en escuelas y colegios.
Este programa se viene implementando a nivel nacional, por lo que la Alcaldía de Villavicencio, recientemente inició las entregas de alimentos para los estudiantes beneficiados con el PAE. Estos suministros se entregan a los padres de los alumnos en las diferentes instituciones educativas de la ciudad para que los aprovechen en sus hogares, dado que para prevenir la propagación de covid-19, se suspendieron las clases presenciales y las personas deben permanecer confinadas en sus casas, salvo excepciones como salir por abastecimiento o asuntos financieros.
Ante el inicio de estas entregas, La Asociación de Educadores del Meta – ADEM, a través de un comunicado protestó por el llamado que realizó el Alcalde de Villavicencio, Juan Felipe Harman para la entrega del PAE a los estudiantes del municipio en las Instituciones Educativas en medio de la crisis por el coronavirus.
A continuación, el comunicado de ADEM:
COMUNICADO ADEM RATIFICA, “MAESTRO QUÉDESE EN CASA”
La Junta Directiva Central de ADEM, frente a las acciones que adelantan las entidades territoriales del Meta y Villavicencio respecto a la convocatoria de carácter “voluntario“, orienta al magisterio de ambas entidades territoriales, a abstenerse de concurrir a este tipo de convocatorias, toda vez que, se presentan las siguientes consideraciones:
- Colombia y muchos otros países estamos en cuarentena debido a la amenaza que constituye la pandemia del COVID19.
- No hay medidas de protección para los trabajadores de la salud, mucho menos para los maestros.
- Nuestro sistema de salud y la atención de los maestros, no está operando debido a las mismas limitaciones que impuso el Ministerio de Salud en su Resolución No. 521 del 2020.
- La orientación de ADEM es continuar en aislamiento real. El operador debe resolver la distribución del PAE.
- Los contratos de alimentación escolar deben tener interventoría, los maestros, según resolución 09317 no tenemos esas funciones.
- El Gobierno Nacional impuso y sin contar con nuestro consentimiento vacaciones, lo cual fue ilegal, pero, aun así, nos mantenemos en ellas. Por tal motivo, no opera ningún llamado a nuestros maestros, quienes a pesar de estar en casa tienen sus programaciones familiares.
- Los maestros que por su cuenta y riesgo asistan, lo harán de manera voluntaria y sin presiones, pero, insistimos, no hay garantías reales de preservación de la salud en la actualidad.
- Reiteramos lo expuesto en el comunicado del pasado 26 de marzo en el sentido de proteger la vida de estudiantes, padres de familia, maestros y comunidad en general.
Por la vida, la salud y bienestar de las comunidades, DEBEMOS mantenernos en casa, la cuarentena es el ÚNICO medio para salvaguardar la vida de los metenses, no podemos esperar que desde un escritorio el Gobierno Nacional tome las decisiones que vulneran la seguridad de nuestros coterráneos.
Sin embargo, algunos/as docentes no concordaron con el comunicado y decidieron participar en las entregas del PAE, adelantadas por la Alcaldía Municipal. Una de ellas fue Nohora Inés Cárdenas, quien trabaja como maestra de 4° de primaria en la Institución Educativa Abraham Lincoln.
La docente se unió a la entrega de alimentos que realizó la Administración Municipal desde las 6:30 am hasta la 1:00 pm en dicha institución, el pasado 16 de abril, junto a otros tres profesores, personal directivo y delegados de la Alcaldía. La jornada transcurrió con normalidad y muchos beneficiarios, que en su mayoría son estudiantes con padres de escasos recursos, recibieron un alivio de subsistencia en medio de la cuarentena.
Sin embargo, para algunos de los que fueron a recibir la ayuda del PAE, no hubo suerte, pues no figuraban en la lista de beneficiarios y a pesar de que sobraron mercados destinados para determinados padres de familia que no se encontraban en la ciudad, los que no estaban en la lista, tuvieron que irse sin nada, pues la orden, según le informaron funcionarios de la Alcaldía a la docente, era recoger y guardar lo que sobrara.
Por otro lado, a pesar del riesgo que estuvo dispuesta a correr, Cárdenas no recibió elementos de protección por parte de la entidad municipal. “A nosotros nos dijeron que lleváramos guantes y tapabocas”, mencionó la docente, señalando además que para ella eso no representó un problema, pues es consciente de que muchos de los padres de sus estudiantes, tienen trabajos informales, y no les es posible subsistir en medio de la cuarentena.
Este es precisamente el caso de Estela Parra, habitante del barrio Jorge Eliécer Gaitán, uno de los más vulnerables y con altas cifras de delincuencia de la ciudad. La mujer es madre soltera de una niña de 8 años y un hijo de 13. En el momento no tiene trabajo y no había recibido ninguna ayuda gubernamental, hasta el pasado jueves, cuando la profesora de su hija, que está cursando 3° de primaria, le escribió vía Whatsapp que figuraba como beneficiaria del PAE.
Esta ayuda, comentó ella, le significó un alivio, pues la poca reserva de comida que tenía gracias a que el papá de su niña le brinda una mensualidad y quien se quedó sin trabajo debido a la cuarentena, ya se había agotado y sus hijos empezaban a pasar hambre. Sin embargo, la preocupación no la abandona, pues sabe que el mercado pronto acabará y no tendrá como suplir el hambre propia ni la de sus hijos.
Por otro lado, los comentarios y dudas frente al control y transparencia en las entregas de estos suministros alimenticios, no han parado de surgir en algunos ciudadanos dados los antecedentes de corrupción dentro del PAE. Uno de los más recordados es el de Bogotá, en donde explotó un escándalo en 2018 tras descubrirse un cartel empresarial que operó la contratación durante 10 años.
“La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) formuló pliego de cargos en contra de 10 contratistas, una asociación de empresarios del sector de alimentos y 18 personas naturales por generar un cartel en torno a la contratación pública relacionada con los refrigerios de los colegios distritales de Bogotá”, señala un artículo de Semana publicado el 5 de julio del 2018. Para ese mismo año, la Contraloría detectó robos por más de 84.000 millones y señaló a 45 alcaldes investigados por desviar recursos destinados a alimentar a más de ocho millones de niños y niñas pobres en el país.
Ante esto, la Contraloría lanzó una campaña para denunciar cualquier irregularidad que pueda presentarse ante las entregas del PAE, informando a través de una pieza gráfica, las cantidades exactas que deben contener los mercados que se están entregando para ser aprovechados en casa durante el confinamiento.
Otro mecanismo para realizar vigilancia sobre este proceso, es el control social, el cual busca que la administración pública suministre bienes y servicios de manera adecuada. De esta manera los ciudadanos hacen efectivo el Derecho consagrado en la Constitución de controlar y evaluar la gestión realizada por las entidades del Estado. Para llevar a cabo este proceso, el Ministerio de Educación, ha propuesto como mecanismos las veedurías y las mesas públicas.
De acuerdo a la Ley 850 del 2003, se pueden constituir veedurías ciudadanas por iniciativa de un número plural de ciudadanos, organizaciones civiles constituidas que decidan vigilar la gestión pública o niñas, niños y adolescentes titulares de derecho del PAE.
Una vez constituida la veeduría, esta podrá y deberá hacer seguimiento a la inversión y asignación de recursos, el cumplimiento del cometido y los fines, la cobertura efectiva a los beneficiarios, la oportunidad, efectividad del servicio, su calidad y cantidad, el proceso de contratación pública, los ciclos de menú y la verificación de su cumplimiento.
Asimismo, es necesario señalar que el Gobierno Nacional expidió el Decreto 533 de abril de 2020, mediante el cual, en el marco de la Emergencia Sanitaria, se amplía la operación de las nuevas modalidades del PAE para consumo en los hogares.
La Ministra de Educación, María Victoria Angulo, afirmó que con este Decreto y bajo los lineamientos de la Unidad de Alimentación Escolar, las secretarías de Educación tienen todo lo necesario para garantizar la operación del Programa de Alimentación Escolar, para consumo en el hogar, durante el periodo que la Emergencia Sanitaria haga necesario el trabajo académico en casa, el cual se ha extendido hasta el 31 de mayo de 2020.