Para ser ciudad universitaria, debemos ser ciudad

¿Por qué Villavicencio no puede ser ciudad universitaria como Manizales? La respuesta es tan clara que se encuentra ubicada en la misma pregunta. Es sencillo, porque Villavicencio -usted que lee esto discúlpeme la obviedad- NO es Manizales.

La respuesta simple y comprimida puede ser incluso difícil de entender para algunas personas que ven en Villavicencio una ciudad próspera. Aquellos que ven en la capital del Meta un paraíso cuyo paisaje es besado por el ardiente sol cada mañana y arrullado por las estrellas y la luna cada noche. Esa ciudad donde el ruido del tráfico se convierte en un contrapunteo y las imprudencias de los peatones en un performance inigualable e irrepetible.

Entonces empezaré explicando cómo surge la brillante idea de pretender convertir a una ciudad carente de todo en una «ciudadela universitaria». Resulta que en un vídeo que está rondando por Facebook, surge de la cabeza de un actual pretendiente al Concejo Municipal, Jorge Iván Gómez Urrego, la idea de convertir a Villavicencio en centro universitario de la amazorinoquia porque Manizales y la capital llanera tienen la misma cantidad de estudiantes. Sí, así de simple. La misma cantidad de estudiantes convierte a la ciudad en un potencial proyecto de desarrollo socioeconómico y educativo. De no creer ¿no? Pues resulta que Jorge, mostrando nada más que el argumento de la cantidad de estudiantes y sin profundizar en las múltiples problemáticas que sufre Villavicencio, plantea abrir el debate para hablar de esa posibilidad. Pero ¿a cuento de qué? ¿Por qué soñar con un proyecto que además de inviable es absurdo plantearlo?

Es muy sencillo. Si Manizales se caracteriza por ser ciudad universitaria, el primer paso para ello es tener calidad universitaria. ¿Cuenta Villavicencio con esta? ¿La Unimeta tiene suficiente atractivo y potencial académico para ser la Universidad Católica de Manizales de los Llanos Orientales? ¿Puede la Uniminuto hacer el papel de Universidad de Caldas? ¿La Unillanos tiene potencial en todos sus programas académicos para desempeñar el rol que desempeña la UNAL en Manizales? Yo, honestamente, lo dudo mucho. ¿La Cooperativa? ¿La Antonio Nariño? Por favor… y no son ganas de demeritar el trabajo de las universidades locales, es simplemente un toque de realismo que al parecer ya no tienen los políticos con sed de votos y hambre de crédulos.

Por otro lado -esto lo basaré en experiencia personal- viví casi cuatro años en el Eje Cafetero y estuve bastante en Manizales para saber que, por lo menos, Manizales cuenta con varios elementos básicos de los que Villavicencio carece: Vías de acceso estables, en buen estado. Agua y servicios públicos en general sin intermitencia. Infraestructura suficiente para poder darse el lujo, si así lo podemos llamar, de ser ciudad universitaria. Sus vías están, en su mayoría, en excelente estado. Tiene el cable aéreo -que por cierto un sistema similar fue planteado para instalar en Villavicencio por el mismísimo Jorge- que ciertamente brinda ayuda a la movilidad, y lo más importante, es que sus ciudadanos y visitantes, al menos en su gran mayoría, tienen sentido de pertenencia por lo que les ofrece la ciudad. La cultura ciudadana se ve, se siente y se aprende en ciudades como Manizales. ¿Qué se puede ver en Villavicencio por estos días? Crisis humanitaria por el mal manejo a la gran cantidad de ciudadanos venezolanos, la delincuencia aumentando a diario, la brecha de la desigualdad cada día más grande, vías en mal estado, repetidamente tener que estar sin agua por horas, días o semanas y ver que quieren tan poco, tan poquito la ciudad que ayudan a subir a personajes como Wilmar Barbosa o al ilustre ¿artista? ¿senador? ¿showman? ¿todero? Bueno, dejémoslo en el siempre elocuente Jonatan Tamayo, alias «Manguito».

Ahora, en este punto sigo sin saber dónde está el sentido de pertenencia por Villavicencio, ni dónde está la cultura ciudadana ¿En el basurero que se convirtió el Caño Gramalote? ¿En el clasismo y arribismo que hay en cada esquina de la ciudad? ¿O será que está escondida entre la gigantesca multitud de estudiantes de la amazonia y el Vaupés? Veintitrés años viviendo allí y no la encontré. Porque, hay que ser honestos y francos, Villavicencio no está preparada para ser ciudad universitaria porque, simplemente, para serlo primero hay que ser integralmente una ciudad y eso es lo que no es. Que lo entienda Jorge, desde su proyecto de candidatura al Concejo y basándose en eso, primero se dedique a construir ciudad y luego, a contribuir al crecimiento y protección de la misma.

*Opinión y responsabilidad del autor de la columna, más no de El Cuarto Mosquetero, medio de comunicación alternativo y popular que se propone servir a las comunidades y movimientos sociales en el Meta y Colombia.

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