Alexandra Rugeles ronda por los 40, los brillos plateados en sus cabellos reflejan el paso de los años en su vida. Todos los días se levanta a las 3:00 a.m., le agradece a Dios por un día más sobre la tierra, se baña, se alista y luego se dirige a la cocina para armar las empanadas que pondrá a la venta ese día.
Para preparar este alimento, Alexandra deja cocinada desde la noche anterior la carne y la papa y en la mañana siguiente desmecha, arma y frita. Después carga su carrito con las empanadas y una caneca de jugo hecho de pura fruta para dirigirse al parque de Los Libertadores, allí llega a las 7:00 a.m., se ubica en un costado, frente a un muro esquinero y se queda hasta las 4:00 p.m.
Rugeles afirma orgullosa que cuenta con clientela fiel que siempre acude a ella para disfrutar de una empanada con un vaso de jugo. “Es que la gente sabe que yo soy muy aseada y por ejemplo el jugo, si tu pruebas mi jugo, te sabe a fruta, no a nada artificial”, explica la vendedora señalando su puesto de trabajo.
Normalmente, Rugeles vende entre $30.000 o $40.000, pero con la crisis sanitaria en consecuencia al coronavirus (antes del aislamiento preventivo obligatorio y de la cuarentena que está por empezar), a duras penas vende $10.000, cuestión que le aqueja, pues con ese dinero debe cubrir arriendo y comida para ella y sus dos hijos, porque como muchas colombianas, es madre cabeza de hogar.
Por el momento, el arriendo está en “veremos”, pues no lo ha podido pagar, y con la comida, solo ha accedido estrictamente lo necesario. La mujer además se halla en una encrucijada, pues con la medida de aislamiento por la actual emergencia sanitaria, no sabe cómo enfrentar su día a día, pues depende de las ventas diarias para subsistir.
Por lo anterior, la Administración Municipal y la Gobernación del Meta han iniciado campañas para recoger alimentos, frazadas, colchonetas, donaciones en efectivo e incluso comida para perros, para así ayudar muchas mujeres como Alexandra quien en éste momento necesitan de toda la solidaridad de las y los villavicenses.