El trabajo de la Comisión por esclarecer la verdad del conflicto en la Orinoquia

La entidad busca esclarecer lo ocurrido durante más de 50 años de conflicto en país, El Cuarto Mosquetero estuvo hablando con Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, quien nos habló sobre sobre el funcionamiento, los retos y complejidades en la región geográfica más grande del país.

Colombia lleva más de 60 años resolviendo conflictos de manera violenta y simplificando el debate del conflicto armado, así que los colombianos necesitamos saber la verdad, es hora de comprender los contextos las dinámicas, intereses, complejidades, esa es la razón por la que se crea La Comisión para el esclarecimiento de la verdad, la Convivencia y la No Repetición, según el Decreto 588 del 5 de abril de 2017, una institución establecida en el punto 2 del Acuerdo de Paz -el de víctimas- que hace parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia y No Repetición, junto a la Unidad para la Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas en el conflicto, la Jurisdicción Especial para la Paz y las  medidas de reparación integral.

Su principal objetivo es escuchar diferentes voces, en especial a las de las víctimas, quienes son el centro del mandato, para construir un relato colectivo del conflicto armado interno, un relato en el que todos y todas se puedan encontrar y puedan hacer del dolor de los otros, como el dolor propio. “Somos una entidad del Estado, nos pronunciaremos como Estado, pero no tenemos una verdad estatal, la verdad es de todos, y pueda que esa verdad no le guste al gobierno” Afirma el Padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad a nivel nacional.

Son más de 17.000 niños y niñas reclutados para la guerra, más de 7’000.000 de desplazados, más de 6.000 ejecuciones extrajudiciales, 8.000 desapariciones forzadas, 8’000.000 de víctimas, más de 15.000 víctimas de violencia sexual, 37.000 víctimas de secuestro, más de 7’000.000 de Hectáreas despojadas, cifras de la guerra en Colombia, de dolorosas historias que han dejado interrogantes abiertas como: ¿Por qué destruyeron la naturaleza? ¿Por qué las violaron? ¿Quién se lo llevó? ¿Qué pasó con la tierra? ¿Por qué lo hicieron pasar por otro? Preguntas que faltan por resolver y que serán entregadas en el informe final. “Un relato que nos ayudará a compadecernos de nosotros mismos, y que nos permitirá asumir responsabilidades, donde la verdad será confrontada” Complementa el comisionado.

Por eso, es importante tener claridad en que, la Comisión no reparará económicamente a las víctimas, ni a las comunidades, pero sí los orientará en sus derechos, tampoco juzgará a nadie, porque no tienen una competencia judicial, solo busca esclarecer los hechos y entender por qué pasó lo que pasó en este país, cada testimonio será voluntario y confidencial, así que cada persona tendrá garantías de seguridad y apoyo psicosocial;  de esta manera así un testimonio revele hechos y delitos, La Comisión no tendrá competencias legales para enjuiciar, y bajo ninguna circunstancia podrá entregar esa información a justicia ordinaria o a JEP, en cambio sí puede intercambiar información con la Unidad de Personas Dadas por Desaparecidas para contribuir con su labor.

Ahora, por ser de tal magnitud el trabajo en el país, La Comisión dividió el mapa de Colombia en 10 territorios, uno de ellos es la subregión Orinoquia-Amazonas, la cual está conformada por los departamentos de Meta, Caquetá, Guaviare, Casanare, Vichada, Vaupés y Guainía, con una extensión de 512.576 Km2, la macro región geográfica más grande del país estará a cargo del sociólogo Alfredo Molano,  quien junto su equipo territorial hará presencia en tres capitales con Casas de Verdad, una Villavicencio,  una en San José del Guaviare y otra en Florencia, Caquetá.

Las tareas de la Comisión serán:

Escuchar. La Comisión tiene el deber de escuchar a quienes han estado directo o indirectamente involucrados en el conflicto- Si, bien las víctimas son el centro de su atención, también tienen la obligación de escuchar a los responsables de los hechos, a los testigos y sectores que se vieron involucrados

Contrastar y comprender: Luego del proceso de escucha plural, la Comisión se dedicará a corroborar lo dicho por esas voces con fuentes verificables. Podrá pedir información a cualquier institución, incluida información reservada.

Construir el informe final: La violencia ha tenido una lógica compleja en sus contextos, dinámicas, intereses y emociones, y a su vez está entrelazada con historias personales. No habrá un relato único sobre el conflicto en Colombia

“Relatos que darán muestra del agrupamiento del secretariado de las FARC, del auge de cultivos de coca,  del detrimento ambiental, sobre la diversidad étnica en medio de actores armados y las dinámicas de la violencia que no habían sido visibilizadas en estas zonas” afirma Alfredo Molano,  sociólogo y coordinador territorial de la Comisión de la Verdad, también trabajarán a través de una figura llamada “Patrones”, modalidades regulares de la guerra, donde la historia de vida habla de un panorama regional, donde lo individual confiere a lo general, es la parte cualitativa  que habla sobre una verdad mayúscula y un poco más profunda.

El decreto dice que el funcionamiento de la entidad será por un periodo de tres años, así que, el informe final se publicaría el 30 de Noviembre de 2021, legalmente ahí termina el mandato, pero realmente es donde se abre la conversación para el país “Con el objetivo de poner el tema en la agenda diaria, por eso el informe se divulgará de maneras culturales, a través de obras de teatro, videos pedagógicos, piezas literarias, por todos los medios y que la gente sienta la historia, porque hacer un informe final para llevarlo a bibliotecas no tiene sentido, hay que sacarlo de las oficinas y llevarlo a la realidad” Concluye el sociólogo.

 

La verdad para dignificar, y para no repetir.

 

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