La brecha de género en la participación laboral de las mujeres en algunas zonas rurales es el doble de las urbanas, según informe de la OCDE.
El progreso en materia de género a través de las generaciones ha sido notorio, sin embargo, las mujeres continúan siendo las menos favorecidas en los mercados laborales, ya que “las diferencias acumulativas en las tasas de empleo, la participación en el trabajo a tiempo parcial y la compensación y la calidad del trabajo dan como resultado brechas sustanciales de género en los ingresos y el avance profesional”, como lo señala la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico – OCDE.
Los alcances educativos de las mujeres han avanzado gracias a múltiples factores como la inclusión en el mercado laboral, es por eso que actualmente las mujeres entre los 25 y los 34 años de edad superan a los hombres jóvenes en términos educativos, correspondiendo el 35% a mujeres tituladas en educación superior y el 27% al género masculino, de acuerdo a la OCDE.
Aunque se evidencia progreso en las cifras reveladas, continúan presentándose retos frente a las brechas laborales, ya que según el informe “Igualdad de Género en Colombia: Hacia una mejor distribución del trabajo remunerado y no remunerado”, presentado por la OCDE en el año 2022, “en Colombia, el 48% de todas las mujeres en edad de trabajar (15-64 años) estaban empleadas en 2021, frente a cerca del 74% de los hombres. La brecha de género en la participación laboral resultante de 26 puntos porcentuales supera la media de la OCDE en 12 puntos porcentuales”.
Según este informe, las cifras ocultan variaciones que se presentan en el área rural, ya que, en algunas zonas alejadas, la brecha de género en la participación laboral es el doble que, en los centros urbanos, como es el caso de Caquetá, Caldas y Huila, ya que allí la brecha corresponde al 29% frente al 13% en Bogotá, por ejemplo.
Conforme a las cifras conocidas, es un hecho que las mujeres tienen menos probabilidades de trabajar de forma remunerada y de hacerlo a tiempo completo, ya que tienden a dedicar más tiempo a actividades del trabajo de cuidado -cocinar, planchar, cuidar a niños/as y adolescentes- entendido como todas esas labores que el imaginario colectivo no asocia como trabajo. “En promedio, las mujeres colombianas dedican 22 horas semanales más que los hombres, a tareas no remuneradas. Al mismo tiempo, los hombres colombianos dedican 23 horas semanales más que las mujeres, a actividades laborales remuneradas”, según la OCDE.
Pero ¿cómo está el departamento del Meta en materia de mercado laboral para las mujeres?
De acuerdo al informe “Mercado Laboral Urbano – Resultados 2020: Villavicencio”, publicado por el Departamento Nacional de Planeación – DNP, “en Villavicencio el incremento del desempleo estuvo más influenciado por el desempleo femenino, que subió 9,0 pp, para alcanzar una tasa de 23,4% en 2020, que por el masculino que subió 7,8 pp, mostrando una tasa de 19,6% en el mismo año”.
En cuanto a informalidad, las mujeres presentaron mayor desempeño en la informalidad entre el segundo trimestre de 2019 y 2020, ya que se evidenció “un incremento menor bajo el criterio Dane-OIT y una mayor disminución bajo el de seguridad social, en tanto que para los hombres se observó un aumento de 0,7 pp por Dane-OIT y una reducción de 0,9 pp por seguridad social”.
Aunque las cifras variaron y se tornaron positivas para las féminas, este acontecimiento está relacionado a que las mayores pérdidas en el empleo se presentaron entre la informalidad femenina, que superó en aproximadamente 3.000 empleos la caída en el empleo informal masculino.
Por su parte, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, arrojó que en Villavicencio durante la pandemia se perdieron 30.000 puestos de trabajo que impactaron a las mujeres, correspondiendo el 27.6% a la tasa de desempleo.
De los 23 departamentos, los registros con mayor brecha de tasa de desempleo fueron:
De esta forma, de acuerdo al DNP, el primer trimestre de 2023, la tasa de desempleo de las mujeres de Villavicencio se ubicó en 12,8% mientras que la de los hombres fue de 11,0%, donde se destaca que mientras Villavicencio muestra una tasa femenina más baja que la del resto de las áreas, la de los hombres es más alta.
En este contexto, las brechas por género en el mercado laboral requieren ser atendidas para que los indicadores varíen positivamente y la participación femenina se vea reflejada en el sector comercial.
