El desarrollo profesional del comunicador social está subestimado, es poco claro o se encuentra marcado netamente por la labor periodística, la relación con medios masivos y la producción de noticias. El campo de acción de un comunicador es diverso, no solo cumple el rol de visibilizar, también existen enfoques hacia el diseño, la cultura organizacional, mercadeo, publicidad, periodismo, comunicación digital, y por supuesto el campo social.
Aunque este último sea asumido por otro tipo de profesionales de ciencias sociales-humanas como sociólogos, antropólogos, trabajadores sociales y psicólogos, quienes terminan por ocupar estas vacantes, precisamente por el desconocimiento del rol del comunicador en este sector, el tercer sector, el humanitario- No es en vano nuestro apellido: Comunicadores-sociales.
Es necesario reflexionar sobre el papel de las y los comunicadores en un escenario de posconflicto, estos profesionales trabajan con comunidades y tienen la capacidad de gestionar tensiones entre saberes teóricos y saberes prácticos, entre contextos y procesos culturales que nos llevan a entender la triada: Comunicación, paz y desarrollo. Convirtiéndose en agentes facilitadores para el desarrollo, poniendo a dialogar diferentes voces de la sociedad: Instituciones, comunidad, minorías, cooperación internacional, academia, en una misma esfera.
Es por eso que el comunicador social para la construcción de paz territorial se enuncia desde un rol político y contribuye a la democratización de la palabra, incita desde la creación de espacios participativos a que otros actores expongan su visión de país, posibilitando pensar en un interés colectivo. La comunicación es una finalidad de la democracia, porque estamos reconociendo a otro que tiene palabra, por eso debe ser defendida como bien público.
Sin duda es ejercicio de poder popular y construcción colectiva de saberes, partiendo de la posibilidad y responsabilidad de ser sujetos políticos participantes de la transformación del propio espacio, es decir, la comunicación es la herramienta que garantiza la búsqueda permanente de soluciones a los grandes problemas que afectan los territorios.
Justo aquí es donde “concebimos la comunicación como un lugar de encuentros y desencuentros, donde se constituyen discursos y diferentes estructuras humanas, da importancia a la voz de los ciudadanos, y propicia el diálogo” como lo expone –Lederach- Para esto sirve la comunicación.
Pensarnos la comunicación como un lugar para la convergencia.
La comunicación es un lugar estratégico dónde se piensa la sociedad, donde converge la pluralidad de voces que hacen de sí una sociedad mucho más democrática, más participativa y por ende, más gobernable; la apuesta de construcción de paz territorial y desarrollo es precisamente ver la comunicación participativa como tramitadora de acuerdos colectivos frente a los proyectos que buscan resolver problemas económicos, sociales y políticos relacionados con la pobreza, inequidad, exclusión, deterioro ambiental, desempleo, y violencias que cotidianamente vivimos en nuestro país.
Colombia empieza a transitar de la violencia al surgimiento de una nueva ciudadanía. El país des escaló el conflicto para empezar a construir paz en los territorios antes ignorados. Los acuerdos son una oportunidad para transformar el territorio con el propósito de garantizar derechos constitucionales a todos los colombianos, de esta manera se entiende que la paz no se firma, sino se construye.
“Propiciando espacios de participación en lugares donde se debilitaron o se cortaron las relaciones debido al conflicto”
Los conocimientos académicos se empiezan a descentralizar para emprender una renovación desde las regiones, el reto complejo que tiene el país en este momento es redescubrir su territorio y hacer presencia en donde la necesidad siempre ha desbordado la capacidad de respuesta institucional.
Oportunidades que seguramente llegan de la mano de equipos profesionales de todas las áreas, en este caso hablo desde la comunicación, mi campo, pero sin duda este un país que empieza a transitar su propio caminar, empieza a escribir una nueva historia así que espero este texto incite a un debate con la academia, para que obligue a repensarse la formación desde las aulas, partiendo de la realidad, la comunicación permite una construcción cultural de país, que valora el conocimiento local y respeta las formas tradicionales de organización social-