En Puerto Gaitán, Meta, el pueblo Sikuani enfrenta retos significativos en la defensa de su territorio y el reconocimiento de sus derechos ancestrales. A pesar de su presencia histórica en la región, el avance de proyectos extractivos y la expansión agroindustrial tensiones sobre la propiedad de la tierra y la seguridad territorial de estas comunidades.
El Catastro Multipropósito-CMP surge como una herramienta clave para actualizar y formalizar la información sobre los predios en la región, permitiendo mejorar la seguridad jurídica y el acceso a derechos territoriales. Para la comunidad Sikuani, esto podría significar la consolidación de sus resguardos, sin embargo, su implementación requiere de un enfoque diferencial que tenga en cuenta la autonomía y las formas propias de organización de este pueblo indígena.
Además, en este municipio también se evidencia a las comunidades campesinas y rurales organizadas en diferentes asociaciones en donde se promueven las producciones propias, el intercambio de productos, los emprendimientos sostenibles, el cuidado del ambiente y la naturaleza y la lucha contra la extranjerización de la tierra.
Ante este panorama, El Cuarto Mosquetero realizó dos espacios de formación en Puerto Gaitán, dirigidos tanto a la población campesina como indígena en zona rural y urbana. Durante estos encuentros, se abordaron temas como la desmitificación del CMP, su función real y las herramientas que tiene la ciudadanía para participar y exigir una correcta aplicación de este proceso.
Quienes asistieron coinciden en la importancia de que la operación catastral se implemente con un enfoque de diálogo y concertación, que no se limite a un levantamiento técnico de información, sino que incorpore procesos de socialización efectivos. Un catastro participativo podría fortalecer la seguridad jurídica de los territorios y contribuir al bienestar de la población sin generar incertidumbre o conflictividad social.
El caso del pueblo Sikuani
El pueblo Sikuani es uno de los principales grupos indígenas del Meta y la Orinoquía. Su cosmovisión está profundamente ligada al territorio, que conciben como un espacio sagrado donde coexisten los seres humanos, los animales y los espíritus de la naturaleza. Sin embargo, en las últimas décadas, sus tierras han sido amenazadas por proyectos de explotación petrolera, deforestación y presión de personas extranjeras que buscan expandir su poder y sus métodos agroindustriales.
Uno de los principales desafíos que enfrenta la población Sikuani en Puerto Gaitán es la demarcación y protección efectiva de sus resguardos. En varias ocasiones, han denunciado que los límites de sus territorios no han sido reconocidos adecuadamente por las autoridades, lo que facilita el ingreso de terceros sin su consentimiento. Posteriormente, son víctimas de desalojo y despojo. El año pasado se presentaron varios de estos procesos policiales que derivaron en que hoy en día indígenas se encuentren habitando un polideportivo del casco urbano del municipio, esperando que el Estado les garantice su retorno a los territorios que les pertenecen ancestralmente.
El Catastro Multipropósito podría ser una herramienta clave para garantizar la protección de sus territorios, siempre y cuando se realice con la participación activa de las comunidades y el respeto a sus derechos colectivos. La comunidad Sikuani ha insistido en la necesidad de que se les reconozca no sólo la propiedad física de la tierra, sino también sus usos tradicionales, su relación espiritual con el territorio y la servidumbre, es decir, la posibilidad de transitar libremente.