Se acerca octubre y las alianzas se darán de una u otra manera, por lo que ese largo de tren de candidatas y candidatos que se están peleando en las calles de la ciudad la alcaldía de Villavicencio, terminará reducido a un número no mayor de seis hombres y mujeres, de los cuales dos o tres tendrán las mayores posibilidades para suceder a Felipe Harman. A la fecha se ha visto de todo, desde el infaltable cenefatón, las caravanas con gente gritando por los barrios, el refrito, pero siempre exitoso video mostrando a los hijos, esposa/o y hasta el perro que apela a las emociones y los besos y abrazos interminables.
Hugo López, que tiene la adición de la expresión “el profe” en su nombre de campaña, tiene unas redes sociales mucho más trabajadas con relación al anterior candidato analizado, aunque aún están lejos de la gestión digital del grupo de “favoritos”. Del negro del grupo de H y H se pasó a una colorimetría más fresca en el que predominan algunas gamas de azules y su fotografía hace énfasis a una de sus frases de campaña, las gafas.
Los lentes de ese hombre lo han manejado para ir por el lado de una visión de ciudad y con la que buscando que la gente se sume. Aunque, por el momento, en sus redes sociales, esa visión de ciudad está muy enfrascada en la seguridad y en mostrar recorridos y reuniones. Uno de los problemas de las campañas políticas en las redes sociales en casi toda América Latina es no transformar las ideas en publicaciones y saberlas comunicar, casi todas las publicaciones se quedan en fotos de apretones de manos y gente asistiendo a las plazas públicas. Esta dificultad no es ajena a la campaña de Hugo López, como tampoco de sus contendientes.
En redes no pierden oportunidad para mostrar escenarios y obras que Hugo habría dejado contratadas o ejecutadas cuando fue director de Idermeta, a pesar que la mayoría de ellas tuvieron retrasos, sobrecostos y críticas de cómo estos espacios se dieron durante el gobierno de la entonces gobernadora Marcela Amaya. Se ha apelado a la indignación por la inseguridad y en afirmar que la ciudad necesita ser rescatada, lo cual es una señal directa para posicionarse del lado de la gente que rechaza a la actual administración, aunque tampoco señala directamente a Harman, quizás por cálculo político. En octubre vienen las alianzas y quien sabe en qué tolda terminará Hugo.
En sus redes sociales ha habido esa dosis necesaria de populismo, todos han recurrido a ella, es algo casi obligatorio. Ir en los barrios con una emisora vociferando que llegó diciembre, caravanas, pitos, motos, música y la prensa aprovechando la publicidad política pagada. Así mismo, las redes sociales son el escenario de batalla de los conceptos y la sinonimia, porque las acepciones sobran y todo vale para construir las imposturas, como el hablar de arte y cultura cuando no se ha hecho nada cercano a ello y que sea proporcional a lo publicado.
Ha hablado de mujeres en una sola publicación y desde el enfoque de la seguridad mientras habitan lo público, pero nada relacionado a política de género en una ciudad que las ha violentado en todas sus formas en los espacios públicos y privados. La mujer ha estado en el debate desde el enfoque punitivo de los agresores, pero no desde la prevención del delito, de las formas para construir una sociedad inclusiva y garantista de todos sus derechos.
