El POT de Villavicencio debe caer

La serie de vacíos, complejidades e inexactitudes en torno al cambio de modelo de ocupación planteado por el Acuerdo 287 de 2015, Plan de Ordenamiento Territorial de Villavicencio (POT), sus Documentos Técnicos de Soporte (DTS) y anexos, evidencia la falta de fundamentos técnicos, conceptuales y teóricos para un cambio de modelo que debía estructurar de manera estratégica una distribución de actividades e interacciones con base en la misión y visión de ciudad.

Las complejidades en relación a componentes base del ordenamiento y prospectiva territorial en Villavicencio, parten en el reconocimiento y cálculo de la población, actividad indispensable para la proyección de elementos estructurales de ciudad y que el POT, sus DTS y la Administración Municipal no soportan el sobredimensionamiento de 470.916 habitantes en relación a lo calculado por el DANE.

El cambio de modelo enmarcado bajo los principios de eficiencia, equidad y sostenibilidad, conceptuados por el POT, solo se materializa nominalmente, ya que para la definición del escenario que delimita el área requerida futura se ponderaron elementos desde lo cuantitativo, escogiendo un escenario bajo una lógica matemática, sin evidenciar un soporte a su análisis o sustentación de impactos para la ciudad. De la misma forma y no dejando explicito cuál fue el modelo escogido, se establecieron 5 modelos tendenciales para determinar las Áreas de Actividad Intensiva (AAI) o Centralidades, el resultado se ponderó bajo la misma simple aritmética donde no se soportó el análisis del impacto en la magnitud y ubicación de las áreas escogidas. Con base en el modelo seleccionado se calculó el área de dichas Centralidades con un desfase de más de 400 hectáreas ya que el equipo formulador del POT no supo resolver una simple regla de tres, cálculo y desfase que no pudo soportar la Administración Municipal a pesar de las solicitudes interpuestas ante la Secretaría de Planeación, el Consejo Territorial de Planeación y el Concejo Municipal de Villavicencio.

Adicionalmente, el seguimiento al Plan de Ejecución en el corto plazo, evidencia que ninguna de las acciones o actividades que estructuran las políticas de descentralización se llevaron a cabo por parte de la Administración Municipal. A tal punto que el Plan Especial Centro (PEC), uno de los instrumentos medulares que debería enmarcar medidas para descongestionar y descentralizar los servicios del Centro Histórico se encuentra en una dubitativa frente a su alcance y desarrollo. Asimismo, el POT, sus DTS y la Administración Municipal, no soportan un empalme entre el cambio de modelo de ocupación, sus cargas, impactos y el sistema de movilidad propuesto. Teniendo en cuenta que las vías arterias tienen la función de conectar las Centralidades era de suma importancia armonizar el modelo de ocupación y el sistema de movilidad.

El POT de Villavicencio debe caer por sus copiosos vacíos, complejidades e inexactitudes que evidencian problemas estructurales.

En relación a otras ciudades con modelos de ocupación policéntricos, como Barranquilla, Manizales y Pasto, los planteamientos de estructuras urbanas en relación al modelo de ocupación se plantean a partir del reconocimiento de polígonos con impactos centralizadores, dejando clara la vocación de estas áreas en relación a la ciudad. Incluso el planteamiento de estas ciudades policéntricas está ligado directamente al desarrollo de modelos territoriales más amplios o de mayor cobertura, perteneciendo a áreas metropolitanas o a esquemas de regionalización, en ellas se pueden identificar polígonos de impacto local, urbano, municipal, metropolitano y/o regional, por el contrario en Villavicencio se plantean centralidades sin vocación, como las Centralidades Periféricas, y vocaciones complejas como la de la Centralidad Lineal que se proyecta como polo de desarrollo regional, pero su régimen de usos tiende a ser homogéneo al de las Centralidades Periféricas.

Cabe destacar que el POT plantea dentro de su visión regional una acción que enmarca la promoción del área metropolitana con los municipios vecinos, como entidad administrativa y con autonomía propia, siendo el único postulado dentro del cuerpo normativo que plantea este concepto, pero no se desarrollan acciones específicas ni en el Plan de Ejecución ni en los DTS que promuevan o estructuren dicha metropolización.

El POT debe construir una visión y modelo de ciudad desde soportes teóricos, con base en la participación ciudadana, teniendo en cuenta la configuración espacial por la forma de ocupación y proyección del territorio, el establecimiento de vocaciones, categorías, cargas, flujos y desplazamientos que plantean un cambio en la estructura urbana y lo que esto puede implicar en el desarrollo urbano, en su economía, su contexto, su funcionamiento y en la forma de habitar el territorio.

Alejándose de ser una afirmación constante y ligera, debido a las múltiples inconformidades de la ciudadanía con esta normativa, el POT de Villavicencio debe caer por sus copiosos vacíos, complejidades e inexactitudes que evidencian problemas estructurales y conceptuales en el instrumento de planificación más importante de la ciudad, de seguir vigente este bodrio normativo, la ciudad estará condenada a un modelo sin soporte técnico y teórico que promueve proyecciones especulativas sobre la renta del suelo y supedita el desarrollo de la ciudad al establecer centralidades mal conceptuadas y sobredimensionadas.

 

*Opinión y responsabilidad del autor de la columna, más no de El Cuarto Mosquetero, medio de comunicación alternativo y popular que se propone servir a las comunidades y movimientos sociales en el Meta y Colombia.

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