“Mi arte lo conocí gracias a mi esposo y con él voy para ocho años de vivir juntos” explica Ángela, una payasa que trabaja en los semáforos de Villavicencio, pero que en este momento se ubica en el Recreo desde hace 5 meses y la considera su “oficina principal”.
Esta es la historia de una mujer adulta, carismática y madre de familia, que ha hecho del arte urbano, del show circense, su proyecto de vida y quien debe enfrentarse en las calles con personas que aprovechan su condición de mujer y de payasa, para acosarla e insultarla.
“Pues yo bailo con un muñeco, hago un truco con el agua de la olleta en los semáforos; pero, también a veces me contratan. De vez en cuando sale eventico, animo fiestas, mi arte es payasa, así que desde hace cinco años hago recreación… mi esposo me enseñó todo, nosotros trabajamos eso y lo manejamos desde acá de la casa. Estamos montando empresa que se llama ‘Josefito Recreación» Nos explica a El Cuarto Mosquetero, Ángela, quien a pesar de lo complicado que es trabajar en los semáforos o esperar los contratos esporádicos, considera que en la vida una debe trabajar en lo que la haga feliz, pero toca “rebuscársela” ya que no hay muchas oportunidades de empleo, ni apoyo a los artistas a nivel municipal.