Informe final de la Comisión de la Verdad: la Colombia Herida II

La invisibilidad de las víctimas es otra constante en el desarrollo del conflicto armado, esclarecer los hechos violentos, restituir sus tierras y posesiones, reconocimiento de las responsabilidades, procesos de justicia y reparación individual y colectiva son muy necesarios para iniciar un largo camino para la construcción definitiva de la paz en Colombia. El primer proceso en donde las víctimas pudieron ser escuchadas empezó a originarse en Justicia y Paz. Allí la participación en audiencias públicas con comandantes y demás miembros de los paramilitares, ayudó a esclarecer episodios tortuosos y aberrantes a los que fue sometida la población civil principalmente.

Posteriormente, gestiones adelantadas tras la firma del proceso de paz entre el Estado colombiano y las FARC EP, ayudaron a generar métodos para la dignificación de las víctimas a que salieran del anonimato y, entre otras cosas, contar su verdad. En ese marco nacieron procesos como los adelantados por el Centro Nacional de Memoria Histórica que realiza acciones trascendentales en el acompañamiento de todos los esfuerzos, como los adelantados por víctimas y las instituciones del Estado. Así mismo, con la Ley 1448 (víctimas y restitución de tierras) se empezó a gestar una integralidad en el reconocimiento, justicia y reparación que ha cobijado a miles de personas, pero que está muy lejos de terminar su tarea.

Todos los procesos de visibilización de las víctimas como el adelantado por la Comisión de la Verdad son trascendentales, entendiéndose que ayudan a reconocer los acontecimientos, como las causas de la guerra para asegurar la no repetición. Para las víctimas no solo es necesario que los victimarios cuenten los hechos, también es necesario saber el porqué, entendiéndose que la guerra ha tenido unos detonantes sociales y políticos, por lo que es necesario para las víctimas entender su rol en el conflicto. “No queremos una verdad que cuente casos solamente, queremos, sobre todo, una verdad que explique el por qué”, así reza uno de los testimonios del Informe Final entregado por la entidad el pasado 28 de junio.

Para conocer más de la entrega del Informe Final y el trabajo de la Comisión de la Verdad:  https://elcuartomosquetero.com/comision-de-la-verdad-presenta-el-informe-final/

No fueron solo 14 mil testimonios recolectados por los integrantes de la Comisión, también hubo encuentros en donde se escucharon más de 30 mil personas de todos los sectores del país, quienes, en talleres, reuniones, actos de reconocimiento, encuentros privados y otros eventos narraron su versión o participación en los acontecimientos, para contribuir a que las víctimas encuentren sus respuestas y empezar a cerrar heridas. Este es una de las tantas razones por la cual el trabajo y el Informe Final de la Comisión de la Verdad toma relevancia en estos momentos y en los años venideros en los que su legado ayudará en la construcción de paz y no repetición.

De otra parte, la prolongación de la guerra, los más de 60 años de conflicto, dejó heridas tan profundas y tan poco entendidas por el país, que eran simplemente ignoradas. Una de ellas es la falta de duelo; en la que miles de colombianos y colombianas tuvieron que acostumbrarse ante la ausencia de un ser querido y la esperanza de volver a verlo con vida imposibilitaron que el ciclo pudiera ser cerrado. El poder llorar frente a una tumba ayuda, de una u otra manera, a que el duelo se pueda elaborar. Esta situación fue casi imposible ante los elevados niveles de impunidad y por lo extenso del conflicto. Muchas víctimas y gracias a los procesos adelantados por la Comisión, pudieron, y a pesar de años, incluso décadas, llorar a su ser querido y despedirlo, así fuera de manera simbólica. El duelo es fundamental para cerrar heridas.

Ahora bien, el duelo no solamente es personal, también hay que entenderlo desde lo colectivo. Conocer la verdad es fundamental para que la sociedad pueda superar los impactos, entender la importancia de la paz, la justicia, la reparación y la no repetición. Desde el reconocimiento se pueden iniciar procesos para la construcción de una sociedad más tolerante, plural y que comprenda que desde la diferencia es posible construir país. Por ello, poner a las víctimas en el centro de la discusión no solo ayuda a cerrar sus heridas, sino que contribuye a la construcción de un país en paz.

Recuerda que puedes leer el Informe Final y navegar por su transmedia en: https://www.comisiondelaverdad.co/

*Esta campaña se realiza con el apoyo del Instituto Colombia-Alemán para la paz -CAPAZ.

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