En abril del 2019 en el municipio de La Macarena el Gobierno Nacional lanzó la Operación Artemisa, con tres objetivos.
– “Frenar la hemorragia deforestadora”, como la llamó el presidente Iván Duque.
– Recuperar las selvas y bosques
– Judicializar a quienes están detrás de “esa cultura deforestadora”.
Todo acompañado de pedagogía para crear conciencia colectiva. Pero dinamitar casas, puentes y vías; judicializar a campesinos y campesinas que no tienen dónde más vivir y hasta que ya hayan muerto campesinos en estos operativos parece todo menos ser una operación funcional.
Catorce fases ya ha adelantado la Operación Artemisa en el país, en la que según Duque ha recuperado 14.620.897 hectáreas por parte de la Fuerza Pública, con apoyo de la Fiscalía.
Según el último informe del Gobierno Nacional -2021-, se hablaba de tres mil millones de pesos invertidos en alrededor de nueve fases, pero según la Fundación Ideas para la Paz, solo en una de ellas se habían gastado ochocientos millones de pesos.
Es decir, toda esa cantidad de dinero invertido no sería proporcional a las zonas restauradas pero tampoco a las capturas adelantadas a los reales deforestadores.
El hecho de que los capturen en sus viviendas dentro de esas zonas, ya es considerado un delito en flagrancia. Sumado a ello, el que dentro de sus hogares tengan motosierras, machetes, fumigadoras y otros elementos que, hacen parte esencial de la cultura campesina, pero que son consideradas pruebas contundentes. Por ello se están enfrentando a cuatro delitos:
1. Daño en los recursos naturales y ecocidio.
2.Invasión de área de especial importancia ecológica
3. aprovechamiento ilícito de los recursos naturales
4. Y deforestación.
1. Ser desterrados de su territorio y seguir vinculados al caso.
3. Casa por cárcel sin destierro pero con limitantes en su locomoción dentro del territorio.
4. Y por último, ser enviados a la cárcel
Dinamitaron cuatro viviendas la primera vez y dos este año, donde las familias perdieron absolutamente todo, hasta elementos dados por el gobierno para trabajar como comunidad.
El campesino y el indígena capturados este año, fueron enviados a la cárcel de Florencia. En el marco de este operativo, las y los campesinos exigieron la libertad de estos y fueron recibidos a bala por parte del Ejército, en el proceso muere un campesino.
Es importante tener en cuenta que, las y los campesinos han venido dialogando de forma clara con las instituciones, su propuesta es una posibilidad para vivir en Parques Nacionales Naturales, cuidando la naturaleza pero con garantías de subsistencia.
Parques con Campesinos es una posibilidad que pareciera no interesarle a la institucionalidad, especialmente a Parques Nacionales Naturales.
Pero inclusive en el marco del Paro Nacional en el 2021, se acordó que sería la vía dialogada la que permitiría buscar soluciones para que población indígena y campesina no sigan recibiendo un trato criminal por parte del Estado.