Experimentos para promover ciudadanía en Villavicencio

¿Los villavicenses están dispuestos a recoger la basura en la calle o pasan desapercibidos? ¿Devuelven una cartera abandonada o aplican el “me lo encontré, es mío”? Sandra Lorena Bermúdez, miembro de Villavicencio 2030, relató cómo se despejaron estas dudas con una serie de experiencias para analizar el comportamiento en los ciudadanos.

Sandra Lorena Bermúdez, relató que a partir de un grupo de personas con inquietudes, inconformidades y ganas de generar acciones transformadoras en su ciudad, nació Villavicencio 2030, formado por profesionales en administración de empresas, arquitectura, derecho, comunicación, ingenieros, economistas, politólogos, artistas visuales, fotógrafos, entre otros que buscan articular sus conocimientos con la labor social en pro de las comunidades.

Esta organización le apuesta a varios frentes de trabajo, entre estos se encuentra uno llamado ‘Citas Urbanas’ que se viene haciendo desde hace dos años y el cual encierra una serie de actividades como encuestas a nivel comunitario de percepción de ciudad, generando un diagnóstico. Por otra parte, ‘Floreciendo el barrio’ es un proyecto que consiste en realizar una intervención positiva en los espacios públicos como parques, canchas, andenes o lo que necesite alguna mejora en aspecto visual. Con estas iniciativas, señaló Lorena, se ha logrado un reconocimiento mutuo con las personas en términos e ambientales, culturales y de emprendimiento.

Además, desde diferentes ángulos, los participantes del colectivo tuvieron la idea de proyectar una ciudad de una manera más sostenible correspondiendo también a la responsabilidad medioambiental e incidiendo en un camino que estimule un mejoramiento en términos urbanísticos, de bienestar, salud y seguridad porque, según Bermúdez, eso fue lo que se percibió en las mesas de trabajo durante las Citas Urbanas.

Para el 2018 se tiene visibilizado a nivel académico realizar foros sobre Gobierno transparente, presupuesto participativo e innovación política y en cuanto a cultura ciudadana, se desarrollaron algunos experimentos para analizar  el comportamiento de los ciudadanos cuando caminan por un lugar lleno de basura. “Fue súper chistoso porque acabábamos de poner la basura y nos habíamos ido a instalar las cámaras cuando un chico empezó a jugar con la basura y no la recogió” mencionó entre risas la entrevistada. No obstante, posteriormente se hizo seguimiento a las demás personas evidenciando que existen personas que naturalmente recogían la basura.

También se hizo un experimento sobre la honestidad, representando la caída accidental de una billetera en medio de la calle para ver quiénes la entregaban o por el contrario se quedaban con esta. Lorena comentó que cerca del treinta por ciento de las personas eran muy espontáneas al buscar la manera de devolverla, pero el setenta restante quiso tomarla para sí, sustentando que se lo encontraron y por lo tanto les pertenece. “Hubo en señor que trabaja precisamente en seguridad y apenas vio la billetera, la recogió y huyó de inmediato, ni siquiera se inmutó por ver de quien era el objeto ni nada. Nos tocó salir corriendo a recuperar la billetera”, contó a El Cuarto Mosquetero Lorena, señalando además que se está apoyando otros experimentos sobre cordialidad y responsabilidad.

Para documentar el trabajo hecho a través del diagnóstico de ciudad, se va a consolidar durante los siguientes meses esa información en un libro de una forma comprensible para que los villavicenses se hagan una percepción a nivel general de su territorio a través de más de dos mil entrevistas y encuestas de las que de forma metódica se le pueda otorgar una legitimidad que invite a la ciudadanía a decir de una manera interdisciplinaria “la ciudad definitivamente necesita mejorar en estos aspectos, avanzar en esto, integrarnos innovar en aquello”.

Ese libro estará como una biblia abierta para toda la comunidad y se espera que sea muy bien acogido por todos los actores del territorio y se convierta en una herramienta para poder comunicar y dar a conocer sobre ello, ya sea a un líder social, político o empresarial.

Como si fuera poca la labor social que se viene ejecutando, Villavicencio 2030 se integró a la organización ‘100 en 1 día’ y entre octubre y noviembre se estará apoyando y liderando en la capital del Meta este proyecto que pretende promover un cambio desde lo colectivo y la acción ciudadana para que se pueda impactar de forma positiva con 100 intervenciones que mejorarán la ciudad en veinticuatro horas.

Las intervenciones encerrarán cuatro categorías a desarrollar: movilidad, espacio público, sostenibilidad, arte y cultura, y solidaridad y bienestar. Con esto se quiere lograr que lo poco o mucho que se haga sea visibilizado para que los villavicenses se den cuenta de que es fácil, de que no se debe seguir dejándoselo a otros sino que poco a poco todos se pueden sumar desde la profesión, zona de influencias, grupo de amigos o compañeros de trabajo en función de construir una realidad diferente para la ciudad.

 Profundizando en el tema de ‘Lab. Villavecino’, la joven comentó que esta iniciativa busca identificar a quienes ya estén haciendo o quieran hacer algo por su comunidad y ver de qué manera se pueden integrar como profesionales y buenas voluntades para enriquecer estos procesos y visibilizar a esas personas que  trabajan por su territorio desde sus Juntas de Acción Comunal o sus Consejos Comunitarios. Estos ‘buenos vecinos’, afirmó Bermúdez, quieren ser agentes de cambio pero no cuenta con determinados recursos, por lo que desde el laboratorio se canalizan esas condiciones específicas, se hace un diagnóstico, se conversa con los implicados, se analizan los avances y de acuerdo a las capacidades cooperativas de la comunidad, se busca la disponibilidad de recursos ya sea de mano de obra o en especie.

Por ejemplo, en San Antonio y La Madrid, señaló Lorena, los integrantes de la Fundación Panamericana para el Desarrollo, conocían sobre los laboratorios de Villavicencio 2030 y fueron invitaron a integrarse a las Iniciativas con Balance Positivo –IBP- con el fin de articular con la comunidad y con otros actores voluntades, esfuerzos y recursos para ejecutar algo que la a la comunidad le haya nacido hacer, es decir, reconocer cuáles eran las iniciativas de la comunidad y con base en los esfuerzos de la FUPAD y Villavicencio 2030, empezar a dinamizar desde diferentes aspectos recogiendo todo el material audiovisual de la acción que se estaba realizando y convocar mano de obra para apoyar la iniciativa.

Durante las IBP en los mencionados barrios, Villavicencio 2030 se encargó de documentar audiovisualmente el trabajo comunitario que se estaba realizando allí para mostrarle a los ciudadanos una cara positiva de estos barrios pues en el caso de La Madrid, existe un estigma debido a las problemáticas como falta de colegios, una clínica o espacios públicos adecuados por lo que, este tipo de acciones establecen un precedente de contradicción al imaginario colectivo que margina a este tipo de comunidades.

En conclusión, este grupo de jóvenes inquietos e inconformes esperan seguir promoviendo ciudadanía transformando las realidades de los más vulnerables como una manera de construir país, entendiendo que la paz no es esa que se firmó sobre los restos de un árbol hace dos años sino que la paz empieza por la concepción de solidaridad y cambio desde lo individual para impactar en lo colectivo.

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