Por: MARIA CAMILA SÁNCHEZ
Villavicencio, celebró su aniversario número 178. 178 años en los que esta ciudad llanera ha presenciado a través de sus calles, el cemento avanzar. A través de sus habitantes, las historias por contar. A través de su fauna y flora la riqueza de una gran región.
Cada año, se conmemora durante una semana el cumpleaños de la ciudad. Una programación que engloba distintas actividades culturales, deportivas y recreativas en torno a la celebración del aniversario de Villavicencio.
Pero es el cumpleaños de Villavicencio una fecha más para hacer memoria y recordar lo que fue un día la capital del Meta. No lo es mucho más para los ciudadanos, en su mayoría, que no visibilizan esta celebración como una oportunidad para reivindicarnos con la ciudad. Para hacer algo por ella más que entonar su himno. Para tomar las calles y alzar las voces de protesta cada vez que sus ciudanos quieran, siempre de manera pacífica. Para arrojar la basura en el sitio adecuado, para respetar las normas de tránsito y el espacio del otro. Para defender los humedales y acueductos comunitarios. Una ciudadania tolerante y coherente con lo que dice, piensa y hace. Que no se quede sobre los laureles solo criticando al gobierno de turno.
En Villavicencio es el momento para defender lo público, para manifestar todo tipo de acciones a favor de la ciudad. Para que en la celebración del aniversario, no solo nos levantemos a publicar en redes sociales:
«Feliz cumpleaños, Villavicencio».
